1. Información de los antecedentes. Describir hechos pertinentes que pueden originar un problema ético. Para ello se debe disponer de información relevante y si no se dispone de cierta información se debe recopilar para clarificar la situación.
2. Identificar el problema ético. Reconocer y plantear el problema ético con la información que se dispone.
3. Individualizar al Agente ético. Determinar quién debe tomar la decisión y especificar el porqué.
4. Identificar la posición moral de las personas clave comprometidas en la situación. Se deben identificar todas las personas comprometidas con la toma de decisiones y se debe especificar la naturaleza de su compromiso. Además en este punto se debe definir la posición moral, ética personal y profesional de las personas comprometidas en el dilema ético.
5. Identificar los conflictos de valores o de principios. Se debe reconocer que cada persona mantiene ciertos puntos de vista, principios, valores y creencias en relación al dilema ético.
6. Establecer opciones y cursos de acción. Identificar todas las opciones posibles y cursos de acción., prediciendo las posibles consecuencias tanto positivas como negativas de cada una de las opciones planteadas.
7. Establecer una resolución o decisión. Decidir sobre la mejor conducta de acción para el agente ético, fundamentarla y ponerla en práctica. La resolución tiene que ver con la respuesta y reflexión que uno mismo hace acerca de: qué teoría moral es considerada mejor y qué opción es acorde a esta teoría.
8. Evaluar. Realizar un seguimiento de los resultados de la decisión y la acción tomada.
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